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Uttar Pradesh, la provincia gigante, los saris rosas y las “lucknow escorts”

El enorme Estado de Uttar Pradesh y su capital, tienen a las fabulosas “Lucknow escorts”, una abigarrada población multicultural, y una historia de luchas por la libertad y la igualdad que merecen conocerse.

Hay que recordar que estamos hablando de una sociedad altamente estratificada. Allí, las mujeres están limitadas a muy pocas tareas independientes, particularmente si son de las clases (“castas”) menos favorecidas. Con los años se han relajado un tanto, y no han sido pocas las presiones internacionales para eso. Pero las costumbres ancestrales siguen ahí.

Por lo tanto, los movimientos que reivindican a la condición femenina existieron, pero con las adaptaciones del caso. No se pudo ni se puede hablar de “feminismo” en la acepción occidental. Pero sí de movimientos que lucharon, mucho y muy bien, por la igualdad.

Las “Gulabi Gang”, el ejército de los saris rosas.

Sampat Pal Devin no se calla. Defiende sus ideas y suma adeptas (y adeptos, no pocos hombres) a su causa. Su movimiento fue llamado “La Revolución de los Saris Rosas”, o “La Banda Rosa” (Gulabi Gang). Fueron conocidas mundialmente gracias a sus acciones revulsivas para el contexto indio. Son miles de personas que lucen prendas tradicionales indias —los saris de color rosa— y no se identifican con ningún partido político existente.

Su líder es un ejemplo para millones de mujeres de su país: se casó a los doce años, fue madre a los quince y no tuvo acceso a la educación. Pero lucha por el respeto a los derechos humanos de todos, especialmente de las mujeres.

Es una lucha para cambiar paradigmas milenarios: “Esposa es alguien que trabaja como una sirvienta, alimenta como una madre, se ve como una diosa, da placer como una prostituta y tiene la tolerancia de la tierra”. Esas son las “virtudes femeninas” reflejadas en un popular poema del siglo XIII. Todavía tienen un peso enorme en la sociedad india moderna. Y eso puede apreciarse en los productos culturales de la monumental factoría de contenidos audiovisuales conocida en occidente como “Bollywood”.

Las fabulosas “Lucknow escorts” no luchan solas

Dijo Sampat Pal Devi: “Hay algo peor que ser pobre en la India. Es nacer mujer. Primero se debe obedecer al padre, luego al marido, y al final de la vida, al hijo”.

Y lo explica más detalladamente: “El color rosa que vestimos significa revolución. Luchamos contra la dominación masculina imperante, contra los padres que no permiten a sus hijas recibir educación y apañan sus matrimonios siendo niñas. Ayudamos a mujeres maltratadas, pero también a pobres humillados por los brahmanes de casta superior. Nos enfrentamos a los jefes de gobierno de los pueblos. Muchos no se preocupan de dar trabajo a los necesitados, ni llevan a cabo un reparto justo de la propiedad de las tierras”.

Así, Sampat ha conseguido que no solo las fabulosas “Lucknow escorts” sean respetadas. Su historia, tanto de ella como de su grupo (al que algunos analistas le atribuyen casi medio millón de miembros) traspasó las fronteras. Escribió su autobiografía, junto a la periodista francesa Anne Berthord. Y también se hizo un documental (“Gulabi Gang”, 2012, dirigido por Nishtha Jain). Desde 2014 fue desplazada de la dirección del grupo, pero no abandonó la lucha.

Y no piensa hacerlo.